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Mons. Wiston Mosquera Moreno

Monseñor Wiston Mosquera Moreno nació en Andagoya (Diócesis de Istmina-Tadó) el 17 de marzo de 1967. Cursó sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Mayor San Pedro Apóstol de Cali y fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Cali el 19 de marzo de 2005.

 

Estudió teología en la Pontificia Universidad Bolivariana y cursó su licenciatura en filosofía y ciencias religiosas en la Universidad Católica Lumen Gentium de Cali.

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Mi historia

¡UN SUEÑO SE CUMPLE!  “Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y las montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano” (Martin Luther King, Jr., “Tengo un sueño”; Discurso en Washington, D.C., 28 de agosto de 1963). Y HOY, viernes 5 de julio de 2024,  el Chocó biogeográfico, el Chocó Departamento, siente cumplido un sueño: Se cumple el acariciado deseo que de entre los hijos de esta raza profundamente espiritual y vigorosa en la esperanza, surgiera un Sucesor de los Apóstoles: El Papa Francisco acaba de nombrar al querido Sacerdote Winston MOSQUERA MORENO, del Clero de la Arquidiócesis de Cali y hasta ahora Vicario General y Párroco de La Catedral de su amada Iglesia nutricia de Cali: ¡OBISPO DE LA DIÓCESIS DE QUIBDÓ! ¡Gracias, Dios de amor!: ‘’Una cosa, hermanos queridos, no pueden ignorar: que un día es para el Señor como mil años, y mil años como un día. Y no es que el Señor se retrase en cumplir su promesa como algunos creen; simplemente tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie se pierda sino que todos se conviertan" (2 Pedro 3, 8-9). Permítanme una semblanza de este hombre de Dios. Hice, con el debido cuidado y hasta dónde me lo permitió la discreción, de Sherlock Holmes, para recabar algunos datos que dieran razón a los caminos de la Divina Providencia para esta elección. El querido Padre Winston nació en Andagoya, cabecera del Municipio de Medio San Juan, el 17 de marzo de 1967, proveniente de una familia católica y practicante, en la que recibió su primera formación e iniciación en la fe. Hijo de Edgar Antonio Mosquera (fallecido) y María Jerónima Moreno. Es el menor de nueve hijos, de los que sobreviven siete, radicados en diferentes lugares del país y algunos en el exterior. Pasó toda su infancia y adolescencia en Andagoya, realizando sus estudios de Primaria en la Institución Educativa Policarpa Salavarrieta y Pascual de Andagoya y sus estudios Secundarios en la Institución Educativa Joaquín Urrutia, en la cual se graduó como Bachiller en el año 1987. En la Parroquia de El Sagrado Corazón de Jesús, de Andagoya, recibió los Sacramentos de la iniciación cristiana, siendo Confirmado por el Excelentísimo Monseñor Gustavo Posada Peláez, mxy. Durante sus estudios de Secundaria, se mantuvo vinculado pastoralmente a esta Parroquia, formando parte de los Grupos Juveniles y muy cercano a los Párrocos y Sacerdotes de entonces y a las Hermanas Religiosas de la Congregación Madre de Desamparados y San José de la Montaña. Seguro que conserva un particular recuerdo de los Padres Francisco Ramírez, Gustavo Camargo, Hernando Díaz, Hernán Berdugo, Octavio Cardona. Y misionando en las comunidades indígenas del Medio y Bajo San Juan, del Excelentísimo Monseñor José de Jesús Quintero Díaz, Vicario Apostólico de Leticia, Amazonas. De las Hermanas Religiosas, Madres de Desamparados, que lo rodearon y fueron sembrando en él semillas de vocación sacerdotal, pude darme cuenta que fueron las Madres María del Carmen Moreno, Amparo Cataño, Stela Brand, Yolanda Pérez. En fin, con todas las que fueron prestando sus servicios religiosos y humanos, tan apreciados en Andagoya, durante todo el tiempo de su adolescencia y juventud. Relación de amistad y fraternidad que se prolongó a otros sitios donde se encuentran estas Madres: Sabaneta, Antioquia y Guamo, Tolima. Algunos detalles significativos de aquel periplo de su vida. Cuando terminó su bachillerato, le solicitaron apoyar las clases de Religión en el mismo Colegio de sus estudios, Joaquín Urrutia. La asumió durante un semestre, sin ninguna contraprestación, al inicio con una de las Madres Religiosas, pero luego solo, ya que la Madre fue enviada a otro lugar. Cuando el Papa San Juan Pablo II estuvo en Colombia, del 1 al 7 de julio de 1986, todo el Grupo Juvenil, del que formaba parte, añoraba poder asistir a Medellín a una de sus presentaciones. Pero no tenían dinero. Entonces Winston y sus compañeros hombres, le propusieron a las Madres conseguir la arena que necesitaban para construir el albergue, en donde asisten hoy a niños neo-natos con discapacidades y adultos mayores. Las Madres aceptaron la propuesta. Y, además, por falta de artesanos, elaboraron gran parte de los ladrillos que se necesitaron. El dinero ganado alcanzó para que 15 mujeres y 20 varones, incluido él, pudieran encontrarse con el Papa Juan Pablo II, en Medellín. Con tal firmeza se iba fortaleciendo en su espíritu comunitario, en oración y compromiso humanitario, que en el año 1990, el joven Claudio Navas, sufrió un accidente en Bahía Solano, donde vivía. Quedó cuadripléjico. Luego fue llevado a Andagoya, al Hogar de las Madres de Desamparados. En esos días se presentaban en Bogotá las campañas de Teletón, de ayuda humanitaria a los discapacitados. Las Madres rogaron en el pueblo quien podría acompañar a Bogotá a Claudio. Al no resultar ninguno, Winston, en un gran gesto humanitario, no solo lo acompañó, sino que lo siguió de cerca en todas sus urgencias. Ahora este joven vive en Cali con un agradecido sentimiento. Otro gesto que lo acredita en su espíritu comunitario y en su cercanía a los movimientos parroquiales, es que por aquellos días de su juventud se estaba reparando el techo del Templo Parroquial. Winston y otros voluntarios, subieron las grandes tejas de asfalto que aún conserva el techo. Este empeño comunitario, esta cercanía con los sacerdotes y las religiosas, este compartir gozoso con sus compañeros de grupos juveniles, estos gestos de profunda humanidad, fueron templando en él una vocación sacerdotal en ciernes. Se va a la Ciudad de Cali a trabajar, sin olvidar su vida espiritual. Se vincula, entonces, a la parroquia más cercana a su residencia: El Buen Pastor, barrio Ricardo Balcázar, en donde retoma toda la actividad espiritual y humanitaria que llevaba en Andagoya. Sin lesionar el cumplimiento de sus obligaciones laborales, los sábados y domingos sirve como catequista pre-sacramental, al tiempo que coordina un grupo juvenil, en la mencionada parroquial del sector de la Zona Oriente de Cali. 

En este ambiente, tan espiritual y humano, fue sintiendo el llamado de Dios para el sacerdocio. En el año 1995 comienza un proceso de pre-seminario que lo llevó a dar el paso definitivo. Ingresó al Seminario Mayor “San Pedro Apóstol” de la Arquidiócesis de Cali, en el año 1996, iniciando un proceso de formación espiritual, comunitaria, académica y pastoral, tanto dentro del Seminario como en diferentes parroquias de Cali y de Municipios vecinos que pertenecen a la Arquidiócesis.  Y llegaron los momentos decisivos. El 26 de junio de 2004, recibió la Ordenación Diaconal y fue enviado a la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, Municipio de Jamundí. El 19 de marzo de 2005, fue su Ordenación Presbiteral y continuó en la misma parroquia como Vicario Parroquial. En enero de 2006 fue nombrado Párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, corregimiento de Robles, Municipio de Jamundí, en donde estuvo cinco años. Seguidamente es nombrado Párroco del Señor de los Milagros, Cali, para atender los barrios Retiro y Vergel. Luego es nombrado Rector del Santuario Jesús de la Divina Misericordia y Vicario Episcopal de la Zona Oriente de la ciudad de Cali. En este servicio estuvo durante cinco años. Finalmente fue nombrado Vicario General de su Arquidiócesis y Párroco de la Iglesia Catedral, San Pedro Apóstol y miembro de los diferentes Consejos Arquidiocesanos. Y hoy, después de seis años y medio en estos oficios sacerdotales, el Papa Francisco lo nombra Obispo de la diócesis de Quibdó. Todo lo anterior, en el Excelentísimo Monseñor Winston Mosquera Moreno, no fue de generación espontánea, sino que es el resultado de una respuesta generosa, confiada, obediente y gozosa a la Voluntad de Dios. Está claro que Dios no llama a los más capacitados, sino que capacita a los que llama. El don de la gracia sacramental, en el momento de su Ordenación Episcopal, descenderá sobre él y, haciéndolo Sucesor de los Apóstoles, lo enviará a ser Padre y Pastor de una porción del Pueblo de Dios de su raigambre: la diócesis de Quibdó. A Monseñor Winston lo acompaña el honor de ser el primer Obispo colombiano de la vasta comunidad afrodescendiente y la honorable responsabilidad de hacer que este camino se haga expedito entre los suyos para bien de la Iglesia católica del Chocó, del Pacífico colombiano, de Colombia. Que lleve en su corazón y acción el compromiso de una obra evangelizadora que se deja seducir por los lugares de Colombia y del mundo en donde aún no se conoce el nombre de Cristo y en donde, por lo mismo, no se ha sembrado su Evangelio. Un agradecimiento inmenso a la Arquidiócesis de Cali por devolverle a Chocó, hecho Obispo, a uno de sus hijos más preclaros en el camino que conduce a Dios. Felicitaciones a los Mediosanjuaneños, porque Andagoya se preciará en adelante de haber gestado el primer chocoano para ser Obispo en Colombia y Obispo de Quibdó. Gracias mil Andagoya por tan preclaro don. Gracias y felicitaciones diócesis de Istmina-Tadó porque, merced a tus avances misioneros, gestaste, desde la base, para la Iglesia de Colombia y para la Iglesia universal un heraldo del Evangelio de tus mismas entrañas. Felicitaciones, en fin, al pueblo todo del Chocó. Con ustedes compondremos un ALABAO, de alabanza a Dios que siempre cumple sus promesas (Cf. 2 Ped. 3, 8-9).

Oramos confiadamente para que el Señor le conceda, a este hijo amado del Chocó, espíritu de gobierno y pueda llevar adelante la honrosa, necesaria y difícil misión que le encomienda en medio de su pueblo y de su amada diócesis de Quibdó. ¡Ad multos annos, querido Hermano Winston! Un sueño se cumple en parte. A ti te corresponderá llevarlo a la plenitud. Que te acompañe siempre la serenidad y la paz en la acción del Pobre de Asís y la limpieza y santidad del Corazón Inmaculado de María. AMÉN 

+ Mario de Jesús Álvarez Gómez, Obispo de Ismina-Tado

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